Hola de nuevo... disculpas por lo poco que actualizo, lo sé, soy una perris, pero qué le voy a hacer... Y diréis, ¿a ésta qué le ha dado con México? Pues que hoy me toca hablar de dos de los últimos conciertos a los que he ido y habréis deducido que se trata de grupos mexicanos... concretamente Maná y Julieta Venegas.
Hacen una música diferente, ellos hombres y ella mujer, ellos grupo y ella solista, ellos rockeros y ella melódica, a ellos lo vi de pie y ella sentada, en definitiva, dos conciertos muy diferentes pero que me encantaron los dos.
El primero fue el de Maná, completamente espectacular. Una puesta en escena impactante, un escenario enorme y curradísimo, juegos de luces, agua y fuego, la Ciudad Deportiva de Alicante llena a reventar y nosotras de pie, saltando y gritando como locas. Cantaron todos sus grandes éxitos, al tiempo que el público que llenaba el recinto coreaba sus canciones, tuvimos baladas acústicas (con una fan emocionadísima a la que subieron al esenario, le trajeron una copita de tinto y le cantaron al oído), tuvimos solos de batería (nos quedamos flipaos cuando el batería del grupo nos obsequió con un solo de 10 minutos, con la batería subiendo pa arriba, girando en el aire y volviendo a bajar), tuvimos chorros de fuego de los que nos dimos cuenta por el calor que desprendían y tuvimos rock, muuuucho rock. Fue espectacular, un concierto de más de dos horas que nos dejó alucinados de lo bien que se lo montan estos chicos del otro lado del charco.
El primero fue el de Maná, completamente espectacular. Una puesta en escena impactante, un escenario enorme y curradísimo, juegos de luces, agua y fuego, la Ciudad Deportiva de Alicante llena a reventar y nosotras de pie, saltando y gritando como locas. Cantaron todos sus grandes éxitos, al tiempo que el público que llenaba el recinto coreaba sus canciones, tuvimos baladas acústicas (con una fan emocionadísima a la que subieron al esenario, le trajeron una copita de tinto y le cantaron al oído), tuvimos solos de batería (nos quedamos flipaos cuando el batería del grupo nos obsequió con un solo de 10 minutos, con la batería subiendo pa arriba, girando en el aire y volviendo a bajar), tuvimos chorros de fuego de los que nos dimos cuenta por el calor que desprendían y tuvimos rock, muuuucho rock. Fue espectacular, un concierto de más de dos horas que nos dejó alucinados de lo bien que se lo montan estos chicos del otro lado del charco.
Aquí Fer y Álex, los protagonistas de la historia
Unos días después, llegó a Alicante Julieta, con un escenario mucho más pequeño, su vocecilla melosa y su acordeón. La plaza de toros alicantina no estaba llena, pero no importó. Consiguió trasmitirnos a todos la esencia de sus canciones, tan limpias, tan dulces... y cantó un temazo de Los tigres del Norte que yo no conocía, bastante rockero y muy reivindicativo, que consiguió que nos bajáramos de las gradas al coso y disfrutáramos el resto del concierto de pie, bailando, cantando y sintiéndo los temas.
En esta vemos a Julieta y su acordeón
En definitiva, a mí me ha quedado claro que amar es combatir y que todo sabe mejor con un poquito de limón y sal... ¡¡¡VIVA MÉXICO CABRONES!!!