¿Habéis tenido alguna vez una historia totalmente "de película"? Vamos, que ni tú misma te la crees y que, si hubiera salido bien (que no es mi caso, claro) sería una preciosa forma de empezar una historia de amor... Yo tengo una, y de vez en cuando vuelve a mi mente, así, de repente, sin ninguna razón en particular, y siempre, siempre, me deja con una sonrisa en la boca... Es la primera vez que la cuento entera, espero acordarme de todo más o menos. Allá va.

No recuerdo todos los detalles, hace muchísimo tiempo, ¿cuánto? ni yo misma lo sé, pero yo estaba en la universidad y debían de ser los primeros años de la misma, o primero o segundo de carrera, o sea, yo tendría 19 o 20 años.
Un viernes una compañera de carrera y yo decidimos salir por ahí de marcha, así que quedamos por la noche y nos fuimos las dos de copas. Llegamos a un bar, en el que yo no había estado nunca y al que mi amiga se emperró en ir porque allí iban conocidos suyos, ya no recuerdo ni dónde estaba ni cómo se llamaba. Y de repente le vi. Un chico alto, guapo, moreno de piel y de pelo, en el que era imposible no fijarme, era exactamente mi tipo.
De lo que más me acuerdo es que llevaba puesta una chaqueta de cuero roja y negra chulísima que me llamó la atención y de que al mismo tiempo que yo le miraba de reojo, notaba que él también me miraba a mí y yo me iba poniendo cada vez más nerviosa. Y entonces se acerca y saluda a mi amiga y claro, yo ahí al lado, sonriendo con cara de boba.
Mi amiga me lo presenta, Alfonso. "Bonito nombre" pienso. Nos acercamos a la barra a pedir y empezamos a hablar, no sé de qué, no me acuerdo, sólo recuerdo los nervios... de verdad me gustaba ese tío, y eso que no lo conocía de nada. La noche transcurría y allí estábamos nosotros dos, todo el rato hablando, bailando y tomando copas, hasta que mi amiga dijo que nos íbamos a otro sitio, y salimos del bar, él vino con nosotras, además de algunos amigos y amigas de mi compañera de universidad.
Empezamos a andar y de pronto estábamos solos, yo no sabía dónde estaba el resto del grupo y a decir verdad, me importaba más bien poco. Era tarde, de madrugada, y estábamos caminando por una avenida de mi ciudad, completamente solos. En ese momento hablábamos de cine, él era muy cinéfilo y yo también (y lo sigo siendo) y estábamos comentando que deberíamos quedar para ir al cine y ver pelis raras, de esas que nadie quiere ver porque no les suenan de nada y que nosotros estaríamos encantados de poder ver. Me contaba que su director favorito era Woody Allen, y yo le respondía que no había visto muchas películas de él, sólo unas pocas, pero que me parecía realmente interesante.
Entonces me dice: "Mi película favorita de Woody Allen es "Annie Hall", y yo respondo: "No la he visto..." Y él dice: "Vale, pues hacemos una cosa. Te cuento una escena de la peli, que es la que más me gusta, y si te parece bien lo que oyes, la interpretamos". Yo con cara de boba y mirándole fijamente: "Vale".
Diane y Woody en "Annie Hall"
Empieza a contarme la escena: "Pues el personaje de Woody Allen y el de Diane Keaton van andando por la calle y están hablando. Se están conociendo, se gustan y han quedado para cenar. Bueno, pues están hablando y él la interrumpe y le dice: Para, para... dame un beso." Yo pienso: "¿Cómo?" mientras él continúa contándome: "Y ella le dice: ¿qué? ¿ahora?, y Woody le contesta: Sí, ahora. Mira, después de cenar iremos a casa, y entonces surgirá el tema y como es la primera vez, estaremos tensos y pasaremos un mal rato. Si me das un beso ahora acabaremos con toda la tensión, dejamos el tema cerrado y nos vamos a cenar, seguro que así cenamos más a gusto." Y yo pienso: "¿Esto significa que quiere que nos besemos?". Y entonces pregunto: "¿Y ella le besa?" Y me contesta: "Claro. ¿Tú qué dices?", y yo: "Claro".
Fue ahí cuando me miró fíjamente, me cogió de los hombros y repitió el discurso de Woody Allen en "Annie Hall", yo hice el papel de Diane Keaton y fue uno de los besos más fantásticos de mi vida.
"La escena del beso de "Annie Hall"
Depués de eso nos fuimos a una calle más tranquila, y seguimos hablando y besándonos, yo estaba como en una nube, creo que no pude ser yo misma en toda la noche, me tenía hechizada. Recuerdo que me preguntó cuál era mi película de amor favorita. Yo me quedé en blanco, no se me ocurría que decir. Y él me dijo que la suya era Drácula. Y es que la mía también es Drácula, antes y ahora... fue mágico. Me dió su número, me dijo que le llamara para ir al cine, nos despedimos con más besos y yo me fui.
No le llamé, no sé por qué, cosas que haces cuando tienes 19 años, que precisamente son de la sque luego más te arrepientes. Supongo que me daba vergüenza, supongo que pensé que ya no querría quedar conmigo... y al cabo de bastantes meses y de obsesionarme un poco por mi estúpida actitud, decidí llamarle. Cuando contestó me dio un vuelco el corazón, le pregunté si se acordaba de mí, me dijo que por supuesto, le dije que sentía no haberle llamado antes, pero que lo había pensado y que si le apetecía ir al cine. Él me dijo que no podía, porque esa semana ya tenía planes con su "novia", así que me despedí, colgué y me lamenté por haber sido tan tonta y no haberle llamado antes. Nunca más le he vuelto a ver, de hecho, no sé si me acordaría de él.
El caso es que depués de aquella noche cada vez que alguien me pregunta cuál es mi película favorita, la respuesta aparece clarísimamente en mi mente: Drácula. Por supuesto, he visto "Annie Hall" muchísimas veces y cada vez que la veo, me acuerdo de Alfonso, mi chico "de película".
Últimamente tengo la constante sensación de que no encajo... Sí, imagináos un puzzle... uno muy grande, y cada pieza representa algo de vuestra vida: los estudios, el amor, la familia... o incluso piezas mucho más pequeñas, lo que voy a cenar hoy, la última película que he visto, mi padre, mis pantalones vaqueros favoritos... ¿Lo podéis ver? Bien, pues imaginad una pieza que destaca, de color fucsia o rojo intenso, que os falta por colocar y que no hay forma de encajar en ningún sitio... algo le pasa a la pieza. La intentas poner en un sitio del puzzle y encaja con la de la derecha y la de arriba, pero con la de la izquiera y la de abajo. Vuelves a probar en otro sitio del puzzle, y ahora resulta que sí, que queda clavadita con la pieza de abajo, pero hoy forma que case con el resto de lados... Pues esa pieza soy yo.
A veces pienso que estoy desubicada, luego tengo una perfecta noche de sueño y me levanto pensando que todo son tonterías, imaginaciones mías, pero pasa el día y vuelvo a sentir esa sensación, esa certeza que me dice que el mundo se mueve en una dirección y que yo voy en otra.
Si habláramos de caminos o carreteras, yo veo una muy grande por donde va la vida, todos por ahí andando, unos en moto y otros en Mercedes, unos andando y otros en bicicleta, pero por ahí moviéndose...
De repente yo empiezo a salirme de la carretera, me veo andando fuera de ella, por una carretera paralela pero que poco a poco va separándose... y de repente veo un desvío, un camino que hace un giro de 180 grados y va en la dirección contraria... y me muero por tirar por ahí, pero me acojono y sigo en mi pequeña carretera. Pasan los metros y aparece otro camino, uno que vuelve a la carretera principal, además justo en la entrada hay un tío vendiendo cañas, con lo me gustan a mí las cañas... y quiero ir por ahí, realmente me apetece una cerveza, y me dirijo hacía el tío que las vende y le pido una, y cuando voy a seguir andando, algo me dice que por ahí no puedo ir, y vuelvo a mi carretera, y sigo andando (porque yo voy andando...).
Los desvíos aparecen y desaparecen frente a mí, unos me ofrecen unas cosas y otros otras, cojo lo que puedo, una caña, un nuevo CD, lo que me van dando, pero nunca me decido ni por uno ni por otro. Y sigo andando, por mi camino, en el que estoy sola, el que no encaja, el que veo alejarse cada vez más de la carretera principal. Eso sí, llevo mi nuevo ipod y ahora está sonando esta canción, y curiosamente es exactamente cómo me siento...



I'm waiting for my moment to come
I'm waiting for the movie to begin
I'm waiting for a revelation
I'm waiting for someone to count me in

cos now I only see my dreams in everything I touch
feel their cold hands on everything that I love
cold like some magnificant skyline
out of my reach but always in my eyeline now

We're tumbling down
we're spiralling
tied up to the ground
we're spiralling

I fashioned you from jewels and stone
I made you in the image of myself
I gave you everything you wanted
so you would never know anything else

but everytime I reach for you you slip through my fingers
into cold sunlight laughing at the things
that I had planned the map of my world gets
smaller as I sit here pulling at the loose threads now

We're tumbling down
we're spiralling
tied up to the ground
we're spiralling

Did you wanna be a winner?
Did you wanna be an icon?
Did you wanna be famous?
Did you wanna be the president?
Did you wanna start a war?
Did you wanna have a family?
Did you wanna be in love?
Did you wanna be in love?

When we fall in love
we're just falling
in love with ourselves
we're spiralling
we're tumbling down
we're spiralling
tied up to the ground
we're spiralling
Hoy estaba pensando, y los que me conocéis lo sabéis por qué, qué pasaría si me despidieran. Un día me levanto, voy a trabajar como siempre, y alguien me dice que ya no me necesitan y que prescinden de mí, dándome 15 días para recoger. ¿Qué pasaría con mi vida entonces? Sé, más bien presupongo, que me resultaría difícil econtrar algo "de lo mío", soy socióloga, no nos engañemos... y además especializada en análisis de datos (what is that?), así que tendría varias opciones:
  1. Estudiar oposiciones. Sí, vale, es una de las mejores opciones conforme está la vida, trabajo fijo para toda la vida, facilidades con los bancos, me daría mucho tiempo libre para disfrutar de mis muchas aficiones, no cobraría mal... Pero no podría ascender ni cambiar de actividad laboral, cosa que me frena, ¿no me resultaría aburrido? Que yo muy inquieta. Además, prefería morir atada a la rama de un árbol siendo sumergida múltiples veces en un río que ponerme a estudiar (con el peñazo que tiene que ser cualquier temario de oposición) enclaustrada en casa o en la biblioteca..
  2. Buscar otro trabajo. Ya sé que he dicho que supongo que me resultaría difícil, pero podría intentarlo y mientras tanto mal-vivir con el paro. Actualizar el currículum, ir al INEM a sellar, ser asidua a infojobs, hacer entrevistas (si es que consigo alguna) con sus respectivas pruebas estúpidas y psicotécnicos para averiguar si estoy de la olla, actuar para conseguir que me tomen en cuenta y quizás aún así no conseguir nada. ¿Y si pasa el tiempo y sigo sin trabajo qué?
  3. Irme fuera a estudiar inglés. De las tres, esta opción es la que me resutla más atractiva. Pero claro, tengo que pagar la hipoteca de la casa, porque ahora no se vende nada y además si vendiera, tendría que devolver las ayudas, y además está el Milo, ¿si me voy qué hago con él? Aún con todo, me gusta pensar que lo solucionaría y que podría irme por ahí, a ver mundo, a aprender a estar sola, a sobrevivir como pudiera, a echar de menos de mi casa y mis amigos y mi familia... ¡ah! y a aprender inglés.
Pero pensándolo (lo sé, es difícil seguir el hilo de mis enrevesados pensamientos) me he dado cuenta de que hay una época para todo. Sí, si realmente hubiera sido valiente me habría ido en su día, como tenía pensado y decidido, y ahora no estaría preguntándome qué habría pasado si...
Es difilísimo saber cuál es la decisión correcta en determinadas situaciones, es más, no tengo muy claro que haya una "decisión correcta", sólo son decisiones, caminos que escoges andar, metas a las que te quieres digirir, elecciones al fin y al cabo. Tus elecciones.
Pero cuando eliges algo también pierdes algo, pierdes aquello que no eliges. Es tonto, pero es así. Yo elegí aceptar ese trabajo, en vez de irme a Italia con una Erasmus que me habían concedido. Por lo tanto, perdí la oportunidad de aprender italiano, de sobrevivir sola y de cambiar de aires, que buena falta me hacía.
Como Peyton Sawyer dice en uno de sus podcasts (ya os presentaré otro día a este personaje de ficción que se ha colado en mi corazón)...

Choices! And when I have to make a decision, what I always think about is that with every choice so many other roads are left untraveled and I want to drive those roads in my car with the stereo on loud and the sun on my back because ultimately I think it's true what they say, ya know? that life is just a long journey that's made of a million little road trips. Or do they say that? um, if not, then I'll say it. We should be in that car with our friends just driving all those roads... carefully, but still ya know?


Yo también quiero conducir por todos esos caminos que me ofrece la vida con la música a toda leche y el sol en lo alto, yo quiero poder hacer todo lo que se me ponga por delante, de una forma o de otra... Quiero dejar de preguntarme qué habría pasado si hubiera rechazado mi trabajo y aceptado la beca, si le hubiera dicho que sí a ese amigo que empezó a sentir algo más por mí en un momento de mi vida, si hubiera aprendido a tocar la guitarra cuando mi madre me la regaló o si no me hubiera tomado la pastilla del día después aquella vez que tuve un "accidente". ¿Cómo sería mi vida ahora?
Y bueno, después de tanto pensar he tomado una decisión: elijo no pensar en ello, elijo disfrutar de mi vida tal y como está, suponiendo que averiguaré cómo cruzar ciertos puentes cuando me encuentre frente a ellos, y elijo despertarme todos los días escuchando esta canción... ¡Viva la vida!